Pero yo me niego a aceptar que el desastre se produjera solamente para que pudiera nutrirse de él toda una generación de novelistas, más o menos buenos, y unos cuantos lectores burgueses pudieran tener su novelización en sus bibliotecas "de lujo", al lado del whiskey de importación. Yo quiero que me expliques qué se gano y qué se perdió, por cuanto yo y todos mis amigos venimos precisamente de aquella historia y tenemos pleno derecho a que nos sea explicada limpiamente, sin trucos románticos, sin heroísmos de película.
-Terenci Moix, El día que murió Marylin.
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